martes, 16 de febrero de 2010

...


“Que valor, que soberbia la tuya,
ella, indefensa criatura que buscaba el cobijo de tus brazos,
inocencia perdida, robada de la forma mas desleal,
cae de rodillas,
y tan segura que se sentía a tu lado,
temerosa de tu mirada,
se esconde, trata de huir;
Tu fría mano le aprisiona el cuello, la oprime,
la guía por caminos de dolor

ilustrándole la vida de la forma mas agónica.
Clava sus uñas y el hilo de sangre se desliza suavemente,
mezcla de sudor y sangre,
agridulce sabor a victoria.
Y la dejas caer, la tiendes,
levantas la mirada al cielo invocando su nombre tan tiernamente,
volteas la mirada y ves como yace,
tan exquisita, tan pura y tan muerta,
con un nuevo brillo en sus ojos,
el mismo que luce la sangre en tus manos"

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