Una mirada a la nada,
un recuerdo que vuelve constantemente,
una presión en el pecho
y tu sonrisa que me tortura.
Otra mirada a la nada,
y las horas no pasan mientras espero algo,
tu sonrisa vuelve y vuelve
como un fantasma que me persigue.
Vuelvo a mirar a la nada
y pienso, y sueño
y ese maldito aroma que me invade el alma,
miro hacia adentro y despierto,
ese letal perfume a jazmines que me ha quebrado
me ha dejado sola frente a frente con la pared;
vacía y silenciosa, que sólo me trae recuerdos…
Tristes recuerdos de una tarde feliz…
una sonrisa , una mirada, un abrazo, un beso
una lágrima y un enorme vacío…
y ese maldito aroma que me invade el alma y me asfixia lentamente.
Una mirada a la pared… Respiro…
Y una vez mas el juego de mi mente se vuelve a accionar;
blanco, negro
miel o cemento.
Recuerdos…
Risas, llantos, demonios, caretas, miedo, cobardía.
Tiempo, tiempo, tiempo, tiempo
Respiro… Silencio… Vacío…
1,2,3
1,2,3
Hola amig@, de vuelta te estoy escribiendo, extrañaba tu escrito, me encantó tu poema, la verdad dicen que no hay soledad peor que la de estar al lado de alguién y saber que nunca será tuyo, me encantó la imágen que escogiste y la amnera en que te expresas, supiste captar bastante bién el sentimiento...
ResponderEliminarExtraño tus visitas a mí blog, espero verte de vuelta.
Desde mí rincón de malencolía te saludo...
El peregrino
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar